El capitán don Álvaro, que viaja con sus tropas, se aloja en la casa del labrador Pedro Crespo y acosa a su hija. Crespo no se da por enterado y discute con los militares la forma de comportarse de una persona honorable. Más tarde, ella es violada por el capitán y lamenta ante su padre la deshonra que salpica a su familia. Crespo es nombrado alcalde y decide apresar al capitán y juzgarlo según las leyes civiles, pero tendrá que enfrentarse al poder militar a la espera de la llegada del rey.
Descripción
Esta obra posee la capacidad de involucrar al espectador en las escabrosas andanzas de sus personajes en clave de comedia para llevarle después a las puertas del horror. Con el estudio riguroso de su esencia y la forma precisa de decir el verso, contamos la historia de una violación y su difícil castigo. Desde nuestra perspectiva, en la que solo cabe la condena de los hechos, vemos que el alcalde no duda en negociar con el violador de su hija; o de la víctima, que entiende que es ella quien debe ser castigada. Creencias y despropósitos de un tiempo pasado que ayudan a entender un presente en el que tendremos que cuestionar lo que fuimos y descubrir que quizá hemos cambiado mucho. O quizá no.