Guitón Onofre (El pícaro perdido)

Descripción

Posterior a Lázaro y a Guzmán y quinto de don Pablos y de Justina, Onofre quiso sumarse en 1604 al censo del género. Y si aquellos fueron “pícaros” o “buscones”, Onofre fue guitón: atributo menos famoso de una misma condición de ganapán en la España áurea. Su fortuna literaria fue muy menor, al igual que la de Gregorio González: riojano –como nosotros–, alumno de Alcalá y Salamanca y jurista. Y del que hay pocas noticias. Hemos conocido tarde a este guitón y su novela, inacabada y sin continuación. Pero sus catastróficos avatares se nos hacen muy presentes en estos tiempos que vivimos, marcados socialmente por el cinismo estructural. Y por eso, Onofre nos demandaba una oportunidad teatral.